Amanezco junto a tí.
Si al despertar cada mañana
tuviese el secreto
haría un ser exacto a tí.
Tu mismo olor,
tu misma boca al sonreír,
la misma forma de guardar la luna a retazos,
adelantada crepuscular.
Te haría igual y diferente
esperando a que te inventes
tú misma cada día.
Acariciando mi mano y mirando
como en esas tardes, el lubrican de siempre.
El mismo y otro.
Si tuviese el secreto
me haría como soy y como fuí.
Para quererte como lo hago
y que sorprendas con tu risa de manzanas verdes
la luz recién nacida de este amanecer de estío.
Yo, con el espíritu absorto en la contemplación de tu mañana,
escucho el aire que arrastras a tu paso
y admiro la luz irradiante de tí.
Existes.
Ni este sol ni aquella luna pueden desmentirte.
Creo en tí.
1 comentario
Anónimo -
Continua escribiendo que yo te seguiré leyendo.
Gracias